¿Dónde daría hoy Jesús su amor y su atención? Para Rubén García, fundador y director de Casa Anunciación de El Paso (Texas), la respuesta es obvia: a los pobres, los asustados y los perseguidos. Hace décadas se percató del triste flujo de emigrantes pobres que huían de las pésimas condiciones de México y llegaban a Estados Unidos sin nada más que esperanza. Con la explosión del narcotráfico y la violencia que lo acompaña, la situación ha ido de mal en peor; y a medida que la urgencia de huir ha aumentado para innumerables mexicanos que rechazan el dominio de las bandas, también lo ha hecho la dificultad para emigrar legalmente a EE.UU. Incansablemente, y con la ayuda de cientos de voluntarios a lo largo de los años, Rubén ofrece ayuda temporal, refugio y asistencia a los ansiosos refugiados que no tienen otro lugar adonde ir.