Acogiendo al extranjero

Cuando J y M y sus tres hijos llegaron a la puerta del Centro Juan Diego de Omaha el pasado julio, había empezado a llover.  Pasaron la noche a la intemperie, acurrucados, con la esperanza de que la mañana diera un respiro a su familia y les ayudara a empezar una nueva vida.  El colapso del gobierno venezolano, unido a la extorsión, las amenazas de muerte y la incapacidad de proporcionar una vida segura a su familia, les habían traído a Omaha.  Dejaron su hogar en Venezuela y viajaron casi siempre a pie, atravesando la peligrosa selva de la Brecha del Darién en Panamá, hacia el norte por Centroamérica y hasta México y la frontera con Estados Unidos.  La esperanza de una vida mejor nunca les había abandonado.  Al amanecer, la luz de la mañana del medio oeste trajo esperanza a través de la ayuda del Centro Juan Diego, Catholic Charities y una nueva organización sin ánimo de lucro, Omaha Welcomes the Stranger (OWS).

OWS comenzó con un pequeño grupo de personas preocupadas por la difícil situación de los migrantes.  En octubre de 2022, la Hna. Kathleen Erickson, una Hermana de la Misericordia de Omaha que había servido a inmigrantes en la zona de El Paso/Juárez durante muchos años, habló con Rubén García, Director de Casa Anunciación en El Paso, Texas. Hablaron del número de inmigrantes que huían de sus países de origen a causa de la violencia, la sequía y la persecución religiosa y política, lo que provocaba el hacinamiento en Casa Anunciación y otros refugios de El Paso.  García solicitó la ayuda de ciudades de todo el país, incluida Omaha, pidiéndoles que asumieran parte de la carga en un esfuerzo humanitario para proporcionar a estos migrantes artículos de primera necesidad.

En diciembre de 2022, OWS dio la bienvenida a un autobús de 39 solicitantes de asilo, compuesto por 14 familias de 7 países de América Central y del Sur.  Los voluntarios de OWS los alojaron en un albergue local, brindándoles hospitalidad en forma de comidas, atención médica básica y asistencia para conectarse con sus patrocinadores en todo Estados Unidos.  En una semana, todas las familias estaban de camino a casa de amigos y familiares con la esperanza de empezar una nueva vida.

A principios de 2023, el número de personas que cruzaban la frontera disminuyó y los autobuses a las ciudades del medio oeste dejaron de ser necesarios.  En su lugar, la necesidad se trasladó al reasentamiento de familias como las de J y M, solicitantes de asilo que tienen derecho legal a estar aquí pero esperan durante meses permisos de trabajo.  Como no tienen estatuto de refugiado, no pueden optar a la ayuda de las agencias de reasentamiento financiadas por el gobierno.  Están perdidos en el limbo de la espera: esperando el derecho legal a trabajar para mantener a sus familias.  

Desde entonces, los voluntarios de OWS han estado asistiendo a familias como la de J y M, proporcionándoles seguridad y refugio y ayudándoles a reasentarse aquí: matriculando a sus hijos en la escuela, llevándoles a las citas médicas donde recibían las vacunas necesarias, ayudando a los adultos a matricularse en clases de inglés, buscándoles una vivienda permanente y proporcionándoles ayuda monetaria para la compra y el alquiler.  Las congregaciones religiosas de Omaha y del resto del estado de Nebraska han desempeñado un papel decisivo en el apoyo a la misión de OWS con donaciones de dinero, ropa, comidas, transporte y ayuda humanitaria.

J y M viven ahora en su propio apartamento, sus hijos están escolarizados y prosperan. Su hija de 16 años, una talentosa jugadora de fútbol, entrena ahora a equipos infantiles.  OWS sigue prestando apoyo mientras los adultos, deseosos de trabajar, esperan los permisos del gobierno, un proceso largo y arduo.

OWS se compone enteramente de voluntarios y depende de donaciones para proporcionar el refugio, la comida y el apoyo a largo plazo que necesitan estos solicitantes de asilo que se reasientan en Omaha. Se trata tanto de un compromiso como de una labor de amor por parte de los voluntarios, que se han convertido en mentores y amigos de las familias a las que atienden. La gratitud expresada por estas familias, que se sienten tan humildes de encontrar aquí acogida y seguridad, motiva a OWS a continuar su ministerio.

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